"Luminiscencia" lo grabó desde un departamento del centro de Mar del Plata y sentado en su cama. Ejecutó todos los instrumentos y la voz de las trece canciones originales de su prolijo disco.
“¡Mi cara aparenta menos pero tengo 21, créanme!”, pidió León Sánchez. Precoz, correcto, dueño de una voz suave y de una poética personal, el músico y cantante marplatense acaba de lanzar su primer disco. Se trata de “Luminiscencia” Vol.1, un prolijo trabajo de trece canciones originales, tres de las cuales son instrumentales y que ya se puede escuchar en las plataformas musicales.
Con las herramientas digitales de su lado, el disco nació en el dormitorio del departamento céntrico que comparte con su mamá y su papá, quien también es músico. Sentado en la cama grabó todos los instrumentos, incluída su voz.
“No tuve ni un solo problema con los vecinos -contó-. Las guitarras o instrumentos acústicos siempre trataba de grabarlos al mediodía, para que no se escucharan ruidos del edificio. A lo sumo, si es que surgía algún problema grababa alguna guitarra a la noche, pero era raro que sucediera y las voces principales del disco, todas, incluyendo coros, fueron grabados de noche”.
Podés escuchar el disco acá:
Entre el pop y el rock, las canciones de León recorren lo instrospectivo, el amor, el encuentro y suelen detenerse en la luz, un elemento con el que se siente abrazado.
“Desde que empecé a componer, en 2016, siempre tuve una conexión gigantesca con la luz y las metáforas que la envuelven. Anoté más de cuarenta posibles nombres para el disco, estaba un poco estresado por no encontrar un título. Una tarde me hice un café, me relajé y de repente apareció esa palabra, Luminiscencia. Me hizo emocionar“, siguió, con la sensibilidad en el techo de su cuerpo.
Guitarras e instrumentos acústicos, coros, pianos, sintetizadores suaves, percusión y sonidos de naturaleza mezclados con la suavidad de su voz también son parte de este disco, cuyo mayor desafío -admitió- “fue tocar todos los instrumentos y hacerme cargo de absolutamente todo”. Aunque aclaró que la mezcla y el mastering estuvo a cargo del músico Emiliano Méndez.
“En su momento pensé en incluir alguna reversión de algún clásico argentino, pero finalmente me decidí por grabar todas composiciones propias”. Es que la música es su vieja compañera de ruta, desde que era bebé.
“Hace poco encontré unos cassettes donde cantaba con mi papá y creo que en ese momento tendría unos dos años”, repasó y tomó como hito la guitarra que le regalaron a los seis. Más tarde vinieron los profesores, las clases, la pulsión por lo independiente y el universo autodidacta, aunque hoy mantiene sus estudios de canto “para aprender a cuidar mi voz que es algo vital en mi vida y en mi música”.
Ahora, mientras arma su banda con la que empezará a mostrar las canciones, León dio vuelta la fórmula. “El disco me vino a buscar a mi”. Y, motivado por el amor, deseó “que quien lo escuche sonría al menos una vez”.
La banda la armará con Serena Basile en coros, Daniel Fernández en piano, Alfredo Facciolo en bajo y Francisco Maggio en batería. “Fue una experiencia maravillosa, aprendí muchísimo, como músico y ser humano”. Se lo nota agradecido, a punto de empezar a mostrarse.